Denuncian que el crédito para la Cuenca del Luján se utilizó para crear un canal que atenta contra los humedales
El plan integral definido hace varios años mostró escasos avances durante el gobierno de María Eugenia Vidal. Se consiguieron préstamos internacionales y concretaron algunas licitaciones, pero la puesta en práctica fue casi nula.
En declaraciones públicas, el actual ministro de Infraestructura bonaerense, Agustín Simone, indicó que la gestión que hasta diciembre encabezó María Eugenia Vidal apenas concretó el 9 por ciento de la primera etapa correspondiente al Plan de Manejo Integral para la Cuenca del Río Luján, un ambicioso paquete de obras definido inicialmente al cierre de la gobernación de Daniel Scioli.
Al margen de consideraciones políticas, las afirmaciones del funcionario se corresponden con la realidad. La ejecución concreta de los trabajos entró en un laberinto y todavía no encuentra salida. Apenas se dio luz verde a la ampliación del Canal Santamaría (tiene un nivel de ejecución cercano al 80 por ciento). Esos trabajos fueron varias veces cuestionados por diversas organizaciones que indicaban connivencia con un emprendimiento privado que resultaría el principal beneficiario de dicha intervención. La primera etapa incluye renovaciones de puentes carreteros y vehiculares, además de la adecuación del cauce a la altura de Pilar.
En general, los trabajos pendientes de la primera etapa cuentan ya con financiamiento internacional a través de créditos. Algunas obras fueron licitadas y adjudicadas, pero quedaron trabadas por diversos inconvenientes. En otras, resta concluir las adjudicaciones.
Asociación Inundados de Luján
La lucha contra las inundaciones y el reclamo de obras que modifiquen el peligro permanente de nuevos desbordes ha tenido entre sus protagonistas a la Asociación Inundados de Luján. Días atrás, algunos de sus integrantes mantuvieron una primera reunión con el intendente de Luján, Leonardo Boto.
Además de bregar por la implementación de trabajos estructurales, el espacio vecinal -al igual que otros a lo largo de la cuenca- insiste en la necesidad de lograr una política estatal de protección de humedales: “Le reclamamos al intendente el control de las urbanizaciones sobre humedales. En la etapa anterior tuvimos una sensación de desaire y sentimos que hicieron todo mal, porque no pudieron cumplir ninguna obra. Lo que se realizó estuvo sospechado de un hecho de corrupción y desde la asociación sentimos que no fuimos recibidos nunca por la gobernadora a pesar de la cantidad de pedidos de audiencias que le enviamos. Denunciamos las obras clandestinas en los humedales. Al intendente anterior le entregamos las denuncias correspondientes y jamás supimos si eso fue recibido por la gobernadora”, repasó Sergio Frascaroli, referente de Inundados de Luján.
Al lento avance de obras se sumaron decisiones administrativas que terminaron por blanquear gran parte del desastre urbanístico en zonas bajas del río, antiguamente destinadas a recibir los excedentes hídricos provocados por las crecidas. En ese sentido, Frascaroli indicó que “lo peor que hizo el gobierno provincial anterior fue aprobar los emprendimientos irregulares en zonas de humedales a través de Sánchez Sorondo, director de Ordenamiento Territorial”. Las convalidaciones como hechos consumados incluyeron al barrio San Sebastián, en Pilar, uno de los emblemas en la carrera por destruir humedales expresada en las últimas décadas.
“Queremos que se proteja la zona de los humedales. Le pedimos una restricción hídrica. Recalcamos el control estricto de la cuenca y que no haya más ocupación de humedales. Terminar con la lógica del hecho consumado. No queremos más eso. Vamos a estar muy atentos a los nuevos desarrollos que se pueden venir”, comentó Frascaroli.
Fuente: Nicolás Grande para El Civismo