Torky, una iniciativa de movilidad sustentable para transporte urbano de cargas
Por Sabrina García
Del 16 al 22 es la Semana de la Movilidad Sustentable. Hablamos con Juan Ignacio Guajardo, creador de Torky, una iniciativa de movilidad sustentable para transporte urbano de cargas. La empresa hace triciclos pensados para recuperadores urbanos, bicicletas de reparto y cuatriciclos para entregas de paquetería.
-¿Cuándo y cómo surge Torky?
Torky empezó como idea en 2016 y como proyecto en 2018. Después de un viaje a Europa, dándome cuenta que hay un desperdicio de energía en los vehículos así comunes (auto, camionetas), una desproporción entre lo que pesa el vehículo y la carga que va a llevar. Después de haber hecho un par de proyectos de vehículos se me ocurrió la idea de hacer algo a pedal para justamente aprovechar la eficiencia que tiene una bicicleta para transportar una persona. Por ejemplo, un auto pesa 1000 kilos, 1200, 1300, depende del vehículo y lleva en promedio una persona coma tres, son 120 kilos, o sea, que lleva 10 veces menos su propio peso. Una bicicleta pesa, en promedio, 10/15 kilos y puede llevar una persona de hasta 100, 150 kilos. La diferencia entre una bicicleta y un auto es de 100 veces.
Teniendo en cuenta eso se me ocurrió la idea de apuntar a hacer vehículos de carga que sean a pedal, con la opción de asistencia eléctrica, pero que sean a pedal para optimizar todo ese peso.
Los triciclos que hacemos nosotros puede llevar cinco veces su propio peso cosa que en un auto si pasara eso tendría que llevar 6000 kilos, podrían llevar algo totalmente desproporcionado entre un vehículo y el otro.
En base a eso empecé a desarrollar un primer prototipo y me fui cruzando con cartoneros que están en la calle tanto capital, Buenos Aires y en Córdoba y empecé a hablar con ellos, a preguntarles, saber qué ventaja veían ellos en ir a pedal. Muchos se imaginaban que iba a ser muy pesado, que las ruedas no iban a aguantar. Después contacté a una cooperativa que estaba acá en Capital y probamos una vez uno, les gustó, después probaron 12 recicladores más, se decidieron por comprar uno y después compraron 10 más y a los seis meses compraron 10 más y después hubo siete recicladores más que nos compraron triciclos propios, de ellos, porque tenían la mitad de triciclos versus la cantidad de gente que era, tenían que compartir el vehículo un día sí un día no. El que tenía su propio vehículo podía usarlo todos los días, así que hubo siete más que compraron su propio vehículo.
-Además de las cooperativas ¿tuvieron otros compradores?
El año pasado compraron muchos municipios, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, provincia. Desde el primer triciclo que se vendió en 2019, ya pasaron cinco años, hasta hoy se vendieron 260 triciclos. Las bicicletas que empezamos a hacer entre 2019 y 2020 se vendieron 52 bicicletas de reparto, ya sea para particulares para supermercados. El otro vehículo que hacemos es un cuatriciclo, que entra en la ciclovía, es a pedal, con asistencia eléctrica y tiene la opción de que sea solar. Es más que nada para lo que es entrega de paquetería o correo o supermercado.
El mercado acá está súper congelado. En esta época nadie compra nada o tratan de usar lo que ya tienen, así que estamos hablando con gente que está en el mercado de Brasil y bueno tratar de activar en otro lado, porque los productos los tenemos listos para salir a fabricar el tema es que Argentina está súper estancado.
-Antes de arrancar con Torky, ¿a qué te dedicabas?
Yo soy diseñador industrial. Hice un poco de todo: producto, camas de Pilates, otro vehículo en 2018, en 2006 hice un vehículo recreativo para Estados Unidos. Siempre fanático de los autos. Quise estudiar diseño de autos pero como era caro, había que irse a Europa, estudié Diseño Industrial y después me terminó gustando más el diseño industrial que el diseño de autos.
-Si hablamos del impacto, digamos que el impacto es fuerte por varios motivos: la cuestión ambiental (en todos los sentidos); el reemplazo del caballo, que todavía en la provincia de Buenos Aires se ve mucho, por un triciclo; la fuerza que hace el reciclador urbano es tremendo, llevando esos carros en barrancas, subidas, bajadas…
Ayer vi a uno que llevaba como 500 kilos y el pibe medía 1,50, era chiquitito. Es terrible la apatía de la gente que lo toma como que es algo normal y no hace nada.
-Cuánto falta para eso ¿no?, porque parecería que no se termina de entender la importancia que cumple el recuperador urbano en la sociedad.
Sí, como si tuviesen que pedir permiso para para trabajar mientras que al revés nosotros tenemos que estar agradeciéndoles que nos están haciendo el laburo que nadie quiere hacer. Gracias a ellos se reducen un montón los desperdicios y se generan recursos porque vos al separar podes volver a usar ese material y estás ahorrando un montón de materia prima, de costo de extracción o procesamiento.
Estamos en una economía, una cultura, de que si vos te salvás con lo tuyo, el resto te importa muy poco y no relacionás que todo está conectado, porque la inseguridad viene de esa diferencia social; la contaminación, o sea, todo conectado. Si vos te ponés a fijar de lo que vos consumís, cómo consumís y lo poco que pueden consumir otros, es lo bueno o lo malo que va a ser tu entorno. Cuanto más pareja sea la distribución, mejor es la convivencia.
-Hacías mención a que los que compraron el triciclo eran algunas cooperativas y algunos municipios, ¡cómo les ha ido con ellos, de qué provincia se han decidido invertir en esto? Intuyo que se lo deben regalar a los recuperadores urbanos.
Sí, algunos lo han regalado pero las mejores experiencias es cuando lo das en comodato porque cuando vos lo regalás no tenés control, en cambio, cuando lo hacen comodato y alguien que no cumple el uso que le iba a dar, lo deja tirado, lo vende o lo rompe, al tener comodato voz automáticamente podes dárselo a otra persona. Yo creo que el 95% de los vehículos que se compraron siguen hoy en día usándose para lo que es reciclado.
Nos compraron de Córdoba Capital, Altagracia, Concordia, Concepción del Uruguay, Pinamar, Avellaneda, Almirante Brown, o sea está muy repartido por varios lugares algunos en el Chaco, Tucumán, Salta, Mendoza. El que más cantidad nos compró fue Desarrollo Social, que nos compró 45 y lo repartieron en 5 ciudades distintas y otro que nos compró bastante fue Concordia, nos compró 20.
Ahora está súper frenado. Estamos enfocados en una nueva estrategia que es venderle publicidad a las empresas para que el triciclo sea una publicidad móvil, en vía pública. En lugar de poner un cartel fijo las empresas pueden poner ahí y les dan el vehículo a los recicladores.
-¿Cómo se puede hacer el cambio?
En Capital Federal un colectivo deja a 20, 30 recuperadores, hacen su recorrido caminando, arrastrando el bolsón. Cuando está lleno lo dejan en una esquina viene el camión y se los lleva. Los recuperadores independientes usan carro a pie o tracción a caballo. En muchas ciudades tiene la ordenanza de que no se puede traccionar a caballo pero igual lo hacen porque es un trabajo sacarles el caballo, revisación con el veterinario, llevarlos a un lugar. Es complejo, si le ofrecés un vehículo pedal a quien va caminando te lo acepta enseguida, ahora a quién ni siquiera hace el esfuerzo cuesta sacarlo del caballo.
Lo reciclable puede llegar como hasta 500, 600 kilos empujando, vas lento. A pedal podés llevar 200 a 300 kilos, pero vas mucho más rápido y sin tanto esfuerzo. Podés hacer dos tres viajes en el mismo tiempo.
-¿Cuáles son los próximos desafíos?
Estamos tratando de terciarizar la producción para dedicarnos exclusivamente al diseño y venta. Nuestro objetivo es erradicar la tracción a pie y a caballo.
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