Beccar: una casa con espíritu ecológico y energía sustentable

Una huerta doméstica, instalación de paneles solares, utilizar la luz natural al extremo, un tanque de agua de lluvia para el riego plantas con especies de la zona, separación de residuos, son algunas características que presenta esta casa construida en Beccar.
La casa está hecha a imagen y semejanza de Mercedes, la dueña de casa que siempre tuvo mente y espíritu ecológicos. Tiene un lombricario desde hace 25 años. Los arquitectos Matías Mosquera y Gonzalo Bardach, la conocen de memoria: el primero es uno de sus cinco hijos; el segundo, una especie de sobrino de la vida. Por eso pudieron plasmar su esencia.
Con una increíble vista verde hacia el jardín interno, el living se presta a la contemplación. En él, Mercedes colocó un sillón que trajo de su casa anterior, al cual retapizó y combinó con una sencilla mesa baja de madera y dos pufs tejidos de algodón sobre patas de madera de petiribí.
Llegando al comedor integrado, Mercedes readaptó la mesa para la nueva casa. Sin barniz ni pulido, al natural y sin borrar el recuerdo de sus marcas. Luego, se combinó con sillas de petiribí ‘Matilde’.
En la cocina se priorizó la amplitud de la mesada de trabajo, ubicada en el centro de la escena. El mueble de guardado, por el contrario, es
largo y poco profundo -como una góndola de supermercado-, un diseño a medida que libera espacio para circular y que permite que nada quede guardado “al fondo”.
La huerta empieza desde el lateral de la pileta, donde se plantan especies trepadoras, como tomates y arvejas. Al fondo, el resto de la plantación, donde la mezcla de compost y humus de lombriz propios, sumada a la mano verde de la dueña, dan hortalizas XL.
El cuarto, cálido y de bajo mantenimiento, presenta un piso de porcelanato símil madera. La pared que da al frente se revistió con madera de kiri, y se remató con un paño fijo angosto que deja hacia afuera.
Tips de una casa ecológica
Disposición. Cuando es posible, los ambientes se proyectan teniendo en cuenta el recorrido del sol. Así la luz natural entra a toda hora y recién se enciende la luz cuando cae el sol.
Huerta en casa. Vegetales y hierbas frescas de estación recién cortadas, directo del jardín a la mesa y libre de agrotóxicos. Hay que estar dispuestos al trabajo diario pero para quienes tienen mano verde, será un placer. Es clave la rotación de cultivos y la siembra planificadas.
Alto rendimiento. El hormigón tiene múltiples ventajas: es accesible, de fácil mantenimiento, durable y no es necesario pintarlo. Los muros tienen poliestireno expandido de 6cm para un máximo confort térmico.
Aberturas. Ahora que nos interesa que las fronteras entre exterior / interior sean invisibles, los muros de vidrio son perfectos. Además, no hay riesgo de que los ambientes sean fríos: los vidrios dobles y herméticos son aislantes y permiten ahorrar energía.
Que llueva. El agua de lluvia se recolecta en tanques es la mejor para regar las plantas.
Autóctonas. En su ecosistema natural las plantas nativas muestran su esplendor. Crecen solas, casi sin necesidad de mantenimiento y sin uso de pesticidas. Además, atraen insectos benéficos, mariposas y pájaros que polinizan el jardín. Ciclo perfecto.
Buena energía. Tres paneles solares son la principal fuente de energía y calefacción de la casa, que no tiene conexión de gas. El faltante (si hubiera), se toma de la red eléctrica.
Piso verde. Además de ofrecer la inigualable sensación de caminar sobre el césped, con los techos verdes reponemos algo de la superficie verde que le quitamos a la naturaleza. Además, mantienen los ambientes frescos y evitan las filtraciones.
La mejor vista. Un jardín-tobogán con plantas nativas recorre y conecta, ininterrumpido y escenográfico, las dos plantas para terminar en una terraza con vista abierta. Derribado el mito de que las casas ecológicas no pueden ser bellas.
Ventilación cruzada. La disposición de las aberturas favorece la circulación del aire y mantiene la casa que ya es fresca gracias a los techos verdes y los espacios con plantas.
Muebles. De materiales nobles como el kiri, denominado como “el aluminio” de las maderas: liviano, durable y no precisa barnizado. También reutilizaron maderas aberturas, mobiliario y revestimientos.
Inodoros. Tienen doble descarga para hacer un uso responsable del agua.
Residuos clasificados. Por un lado, la basura orgánica que alimentan la compostera y a parte los reciclables (vidrio, metal, cartón, vidrio y plástico siempre secos).
Fuente consultada: Bárbara Orlando para La Nación
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