by Manuela Herrera | 5 de febrero de 2021 1:50 AM
Por Manuela Herrera
Las jóvenes oriundas de Martínez charlaron con Zona Norte Ambiental para contar sobre su experiencia con Ecovica, su emprendimiento de artículos ecológicos.
Cami y Vicky Mesa, además de ser hermanas, comparten otra característica fundamental: son las creadoras de Ecovica, una tienda de productos amigables con el medio ambiente que surgió en agosto de 2019. Estudiantes de Medicina y Arquitectura respectivamente, ambas administran la cuenta de Instagram (@ecovica) desde la cual venden cepillos de bambú, shampoos y acondicionadores sólidos, copas menstruales y toallitas de tela, entre muchos otros artículos. Este emprendimiento no sólo tiene fines comerciales, sino que también busca brindar información útil para quienes quieran llevar un estilo de vida más sustentable. En conversación con Zona Norte Ambiental, las hermanas profundizaron en la historia, los objetivos y las ideas detrás de esta iniciativa.
-¿Cómo surgió Ecovica?
Vicky: En realidad la que arrancó con todo fue Cami: empezó a investigar por interés propio qué es lo que consumía, a escuchar por Instagram, a averiguar y me lo empezó a compartir. Como diciendo “Che Vicky, ¿sabías que el shampoo que usamos tiene esto? No lo puedo creer”. Y en un momento, creo que fue en una cena familiar, estábamos charlando con nuestros viejos contándoles todo lo que habíamos aprendido y pensamos que podríamos empezar a llegar a más gente. Primero empezamos con nuestros amigos, y después dijimos: “¿Por qué no somos nosotras las que hacemos llegar esos productos a más gente? Como un punto más de venta y de acercamiento de información”. Y empezamos a pensar cómo hacerlo.
Cami: Además pasaba que todo estaba muy lejos y muy a trasmano, entonces nadie hacía el cambio de hábito por fiaca. Fue como que se unieron todos los patitos: nos gusta mucho este tema, nos gusta informar y además nos gusta poder poner un punto en común a nuestros amigos y conocidos que no sabían a dónde ir, a dónde comprar, dónde buscar.
V: Antes de la pandemia, cuando arrancamos con Ecovica, nuestro objetivo fue tener un montón de puntos de entrega. Teníamos en Retiro, en Parque Patricios, en Facultad de Medicina, en Belgrano, en Beccar, en Martínez… la idea era que la gente no se quede estancada en “no compro un shampoo sólido porque me da fiaca ir a buscarlo a Martínez”. Con la pandemia tuvimos que disminuir a dos puntos de entrega presencial y empezamos a averiguar todo lo que es envío.
-¿Cuál es el objetivo de Ecovica en lo vinculado con el medioambiente?
V: Una frase que tenemos desde que arrancamos es “creemos que con pequeños cambios de hábito te podés cuidar a vos y al medioambiente”. Haciendo pequeñas cositas. Como Cami dice siempre: sumando tu granito de arena, por más trillada que sea la frase, se genera un cambio a la larga. Esa es como la idea principal.
C: También que esas cosas que te hacen bien a vos seguramente también le hagan bien al medioambiente. O al revés, ¿no? Si usás algo que te lastima, ese producto no está pensado para cuidar el medioambiente sino para venderse. En cambio, las cosas naturales son más de cuidarte a vos y cuidar a lo que te rodea.
-Entonces, ¿por qué creen que es tan importante cambiar pequeños hábitos?
V: Un poco porque al ser todo tan masivo, al ser tanta gente a nivel mundial, entre todos generamos lo que hoy es el planeta, y entonces entre todos podemos cambiarlo. No necesitamos hacer todos un cambio drástico de irnos a vivir a la selva y dejar todo lo que tenemos, sino que, con un pequeño cambio, si somos una ola que se mueve con ese objetivo, algo va a generar.
C: En un momento le preguntamos a la gente si sentía que su granito sumaba y todo el mundo te decía que no. Ahí agarramos, nos fijamos y dijimos “bueno, este año se vendieron tantas copitas sólo desde nuestro emprendimiento”. Ponele, se vendieron 300 copitas. A una persona le viene cinco días por mes, usará dos toallitas por día. El cálculo eran un montón de toallitas y vimos que con esas 300 copitas evitamos muchísima basura. Es ahí que te das cuenta de que si yo sola uso la copita un par de toallitas no se descartan, pero si somos más ya realmente el cambio es un montón. Yo más me di cuenta con el compost: arrancamos a compostar el año pasado y es muy zarpado lo que te das cuenta de que la basura se reduce. Realmente es un cambio importante, no es tan pequeño. Obvio que son importantes las grandes políticas, las grandes ideas del gobierno. Pero como que de a poco se está re sumando la gente a eso y está buenísimo.
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-¿Qué le dirían a una persona que está pensando en cambiar algunos de sus hábitos?
V: Animate. Hacé el cambio. Animate a probar, da ese paso. Nosotras estamos para bancarte y para sacarte todas las dudas y consultas, por más mínima que sea. Tipo “che, ¿dónde dejo el jabón?”. (risas) O sea, un cambio de hábito genera un esfuerzo. Vos venís acostumbrado veinticinco años de tu vida a usar un shampoo, a comer de tal manera y si decidís hacer un cambio no es que es sin esfuerzo propio. Vas a tener que poner un poco de vos.
C: Pero a su vez ese cambio a veces no es tan agotador, es solamente acostumbrarse un poquito a algo distinto. Por ahí es una pavada: el shampoo líquido lo pones en la mano y el otro tenes que ponértelo en la cabeza directo. Lo importante es que quien quiera hacer el cambio de hábito descubra, que investigue, que aprenda porque a veces cuando te ponés a leer te quedas flasheado de las cosas que existen. Uno dice “no, esto seguro que no lo reemplazo con nada”, y hay algo seguro que lo reemplace. Y lo bien que te hace, te termina dando mucha satisfacción saber que estás haciendo algo bueno.
V: La información es poder. ¿Sabés la cantidad de gente que nos ha dicho “como tenía toda la teoría de la copita estuve más segura de animarme a hacer ese cambio”?. Entonces averiguá, informate, no te quedes esperando que venga la información a vos, sino que pregunta a tus amigas que hayan hecho, a emprendimientos…
C: Y lo otro que a veces pienso es: si vos elegís, por ejemplo, usar el cepillo de plástico, sabé qué consecuencias tiene. Sabé que eso va a contaminar millones de años en el mar y que lo elegís sabiendo que existe otra opción que no contamina y cepilla igual. Por lo menos a mí me pasaba antes de empezar a investigar, que sentía que compraba a ciegas.
-¿Qué es lo que más les gusta de Ecovica?
C: A mí me encanta cuando de repente viene alguien y te dice “leí sus posteos, sus historias y ahora me quiero cambiar a la copita, no sabía que existía”. Uno asume que todo el mundo sabe lo que es un cepillo de bambú o lo que sea, y que la gente te diga que hay un montón para mostrar, para enseñar, para contar o que aprendieron gracias a que mostramos una foto, eso a mí me re llena. Como yo aprendí un día de una historia de alguien, otro aprende de nuestras historias.
V: A mí me pasa que tengo como dos partes que me gustan. Por un lado, lo que es en relación al público de Ecovica, me muero con las madres que vienen y te dicen: “Mi hija vio tu posteo y quiere que le regale para Navidad el protector diario o el cepillo de dientes”. Eso a mí me mata. Y después, desde lo que es el detrás de escena, lo que nos unió como hermanas. Nosotras toda la vida fuimos muy unidas, pero con el emprendimiento es como que estamos más tiempo juntas, más charlas, las dos con un mismo objetivo de decir “quiero que la gente conozca, quiero que la gente sepa, que la gente se entere”. Vamos juntas hacia eso y me encanta.
C: De repente me gustan muchas cosas (risas). También eso de que se multiplique la ecología. Agarrar y decir “hoy vendimos tantos shampoos” es muy loco. En otras palabras, es decir que evitamos esa cantidad de botellas de plástico.
-¿Qué ven en el futuro de Ecovica? ¿Qué nuevos planes tienen?
V: Una de las cosas que dijimos, que sabemos que es re difícil y más a esta escala todavía, es que queremos tener cada vez más cosas, más productos en un mismo lugar para ofrecer. Uno de los productos que nos vienen pidiendo mucho es la Gillette metálica así que estamos en búsqueda de eso. Y a nivel más emprendimiento posicionado, por ejemplo, en redes estamos proyectando la página web.
C: Como no sabemos mucho, el mambo es investigar, buscar videos de YouTube, mucho laburo de trasfondo porque a veces no sabemos realmente. Andamos re copadas con el tema de la página web, incluso hacerla más profesional a la página, que tenga un diseño un poco más auténtico, más nuestro. Entonces básicamente eso: productos nuevos, la página y obvio que, cuando se abra la cuestión, tener distintos puntos para que la gente se pueda acercar. Porque una cosa de nuestro emprendimiento es que los envases de las cosas nos las podés devolver y si yo te digo que para devolvérmela te tenes que ir re lejos, y sí, yo tampoco te la devuelvo (risas). Pero si abrimos distintos puntos siento que así también de a poco vamos a hacer que la gente se concientice un poco. Y buscar cosas nuevas para informar también. Siempre hay cosas nuevas para informar. Eso nos gusta: que no sea que simplemente te vendemos un producto, sino también poder aprender. Igual siempre hay ideas que van cruzándonos. Vicky a veces me dice: “Cami, una cosa a la vez”.
V: Yo me compré para hacer una huerta en un cajón reciclado en Taller El Remanso, que trabajan con chicos de La Cava y hacen todos muebles y cosas recuperando pailettes, así que se viene la enseñanza de huertas en Ecovica. Es también un poco escuchar al público nuestro, ver qué es lo que quiere, así como nos piden la Gillette saber qué es lo que les gustaría saber o qué dudas hay. Eso también va a un poco de parte de lo que proyectamos hoy.
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