CIPPEC lanzó un indicador que mide la resiliencia climática en el Aglomerado Gran Buenos Aires
Por Sabrina García
El documento realizado por Gabriel Lanfranchi, Ana Carolina Herrero, José Antonio David, Carlos Lebrero, Luisiana Molina y Christian Cordara para el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) contempla el análisis de 39 de las 41 comunas que integran el Gran Buenos Aires.
El un índice de resiliencia en el Gran Buenos Aires fue creado a partir de preguntas sobre la percepción que tienen los intendentes sobre el cambio climático, los planes, proyectos, programas o procesos que llevan adelante en sus comunas, y la respuesta ante una emergencia climática, entre otros.
Del informe se desprende que “la Región Metropolitana de Buenos Aires es azotada, cada vez con más frecuencia, por fenómenos climáticos extremos que conllevan pérdidas de vidas humanas y graves consecuencias económicas y sociales” y plantea el desafío de que los gobiernos locales se preparen para el cambio climático que está en marcha. Frente a ello los investigadores se plantearon una serie de cuestionamientos: ¿Qué percepción tienen los intendentes y equipos técnicos municipales del cambio climático?, ¿cuáles son los planes o programas, proyectos y procesos que desarrollan los municipios frente a este fenómeno?, ¿cómo responden ante la emergencia climática?, ¿se trabaja en la prevención?
Para poder dar respuesta a las preguntas planteadas los investigadores entrevistaron a intendentes y equipos técnicos de 39 municipios de los 41 que conforman el área de estudio. El resultado de las entrevistas permitió crear un Índice de Resiliencia para categorizar a los municipios.
“Los gobiernos locales están operando sobre una realidad coyuntural, administrando recursos escasos y, por lo tanto, con insuficiente visión de mediano y largo plazo. A su vez, existe un reconocimiento sobre los daños que provocan los eventos climáticos cada vez más extremos y recurrentes, pero las urgencias que deben resolver en lo cotidiano impiden hacer hincapié en la prevención. Sin embargo, existen casos de buenas prácticas que comienzan a trazar el camino a seguir para construir resiliencia en el aglomerado”, indicaron desde CIPPEC.
El índice plantea que más de la mitad de los municipios del conurbano bonaerense no tienen la capacidad para resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de los efectos de una catástrofe climática de manera oportuna y eficaz, incluyendo la preservación y la restauración de sus estructuras y funciones básicas. Sólo 11 comunas tienen una alta capacidad de resiliencia, 15 capacidad media y 13 municipios una baja respuesta ante los desafíos que plantea una emergencia climática.
Según el estudio los municipios con baja resiliencia ante una emergencia son: Berisso, San Vicente, Presidente Perón, Ezeiza, Almirante Brown, Florencio Varela, Quilmes, Lanús, Moreno, Hurlingham, General San Martín, Escobar y Campana.
Los de media resiliencia, de acuerdo al estudio, son Brandsen, Ensenada, Berazategui, Cañuelas, Esteban Echeverría, Avellaneda, Lomas de Zamora, General Las Heras, Merlo, Morón, Tres de Febrero, Vicente López, Malvinas Argentinas, Tigre y Zárate.
Los de alta respuesta de acuerdo al índice elaborado por el Cippec son: La Plata, Ciudad de Buenos Aires, Marcos Paz, San Isidro, San Fernando, Ituzaingó, San Miguel, General Rodríguez, Pilar, Luján y Exaltación de la Cruz.
“Este documento busca ser un insumo para la sensibilización, toma de conciencia y debate sobre la necesidad de una región metropolitana más resiliente, es decir, con municipios que, frente a un evento climático extremo, tengan la capacidad de absorberlo, adaptarse y recuperarse preservando sus funciones y estructuras”, completaron desde CIPPEC.